Ha llegado un nuevo año. Seguramente hemos recibido y enviado mensajes llenos de buenos deseos y gratitud, hemos apartado tiempo para estar con nuestras familias, relajarnos un poco, descansar, seguramente evaluar los últimos 12 meses y planear lo que viene para los siguientes 12.
Y aunque lo natural sería llenar estas líneas con los mejores saludos de año nuevo, hoy no lo haré. Hoy no te voy a desear un feliz año nuevo, porque sin duda muchos lo harán, pero creo que muy pocos te desearán lo siguiente:
Deseo que seas pobre… en espíritu
Porque, tal como dijo nuestro Señor Jesucristo, de ellos es el reino de los cielos. Deseo que te des cuenta de la necesidad que tienes de Dios y dependas de él más este año. Deseo que tu necesidad de Dios crezca más y cada día te des cuenta de lo abundante y generoso que es Dios en proveer para cada necesidad nuestra, ya sea espiritual o física.
Deseo que llores
Sí, no suena muy agradable, pero tal como dice Mateo 5: 4, los que lloran serán consolados. Los que lloran encontrarán consuelo especialmente en Dios. Deseo que llores para que así puedas ver y recibir el consuelo y la paz que sólo Dios puede conceder. Deseo que el llanto en tu vida traiga sanidad a tu corazón (Ecl. 7: 3). Deseo que en medio del llanto puedas mantener tu confianza y esperanza en Aquel que un día enjugará toda lágrima.
Deseo que seas manso
No deseo tanto que triunfes, que crezcas que te exaltes y sobresalgas, sino que la mansedumbre abunde en tu vida. Que La obra de Dios moldee tu carácter de tal modo que refleje el carácter de tu Salvador, aquel que dijo “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mat. 11: 29). Deseo que seas manso porque así recibirás la tierra por heredad.
Deseo que puedas doblegar tu carácter, tus deseos y te sometas a los deseos y los planes de Dios. Que tu fuerza, tu ímpetu y tus planes estén al servicio de tu Salvador, tal como el buey manso sirve a su amo en el arado, tú sirvas a tu Señor en la obra que te ha encomendado.
Deseo que tengas hambre y sed… de justicia
Es mi anhelo que tu mayor satisfacción esté en ver realizada la justicia de Dios en las vidas de otros por medio de la obra de Jesucristo. Que la justicia que deseas no sea la justicia humana sino la divina. Que tu confianza esté puesta en Aquel que juzga rectamente y tiene poder sobre lo imposible. Que este año puedas llevar delante de Dios tu causa antes de tratar de hacer justicia tu mismo o tratar de hacer que las cosas funcionen a tu favor sin contar con la intervención divina.
Deseo que seas misericordioso
Qu este nuevo año Dios te dé ojos y entendimiento para extender su misericordia a los que más la necesitan. Que tu mirada no esté puesta en ti, que tus intereses no se enfoquen en tus deseos, sino en servir a los necesitados con lo que Dios te ha dado para compartir. Que Dios te dé más y más oportunidades de mostrar su amor y proclamar las buenas noticias del Evangelio por medio de obras de misericordia.
Que el bien y la misericordia te sigan todos y cada uno de los días de este año que comienza.
Deseo que seas de corazón limpio
Muchos propósitos podemos tener en mente. Quizás deseemos alcanzar nuevas metas, seguir esforzándonos por lograr lo que ya comenzamos, o posiblemente tengamos la intención de buscar nuevos rumbos, pero cualquiera sea tu perspectiva de futuro, que puedas presentar tus planes y peticiones delante de tu Salvador con un corazón limpio, libre de segundas intenciones o deseos ocultos, libre de pecado sin confesar y con un deseo profundo de agradar a tu Señor.
Deseo que tu servicio al Señor sea genuino, desinteresado, voluntario y con un sentir de alabanza y gratitud por el honor que implica servir a nuestro Dios.
Deseo que seas un pacificador
Que la obra de Cristo en tu vida por medio de su Espíritu Santo te mueva a buscar la paz y seguirla, a procurar la paz de la ciudad donde vives, a esforzarte por que haya paz en tu hogar y en tu vida, a gozar de la paz que Dios nos ha dado en Cristo, de tal modo que puedas ser un canal de esa paz para los que te rodean.
Deseo que padezcas persecución por causa de la justica
Sí, deseo esto. Y es un fuerte deseo, no solo para ti sino para mí también. Que este año cuando se presente la persecución podamos decir que es por causa de la justica. Que podamos gozarnos en la persecución sabiendo que la prueba de nuestra fe produce paciencia, sabiendo que estos padecimientos se cumplen en otros hermanos en el resto del mundo, sabiendo que nuestra fidelidad y dependencia de Dios impacta nuestro entorno a tal grado, que produce esas persecuciones por causa de la justicia.
Deseo que padezcas persecución porque usualmente ésta es la evidencia de una vida verdaderamente consagrada al Salvador, y completamente comprometida con seguirle cualquiera sea el costo. Deseo que tu vida refleje cómo es un verdadero discípulo, alguien que, a diferencia de un simpatizante o un fan, está comprometido con seguir a Cristo en obediencia a la Palabra de Dios.
Deseo que tu galardón esté en los cielos
Deseo que tus metas no estén en esta tierra, sino en la eternidad. Deseo que todo lo que planees tenga en mente el impacto eterno que pueda tener en tu vida y en las vidas de otros. Que tus esfuerzos tus planes, tus mayores anhelos no se limiten a lo pasajero y temporal, sino que tengan a Dios como eje y procuren la expansión de su reino en este mundo.
Deseo que este año lo vivas con tu mirada puesta en lo eterno.
Sobre todo, deseo que seas bienaventurado
Es mi anhelo que seas bienaventurado en lo que hagas y que tengas gozo y alegría en el servicio a nuestro Señor este año.
Nada trae más gozo que el servicio genuino y voluntario a nuestro Dios como resultado de su obra salvadora y transformadora en nuestras vidas.
Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
1 Corintios 15: 58