por Chuck Lawless
Es un año nuevo, un tiempo para resoluciones. Sin embargo, con demasiada frecuencia adoptamos resoluciones que nunca superan la primera semana del nuevo año. No ostante, en lugar de hablar sólo de las “resoluciones” de año nuevo ¿por qué no adoptar estos objetivos para ser un líder cristiano saludable en 2022?
- Leeré la Biblia todos los días este año. Comienza este nuevo año siguiendo un plan de lectura de la Biblia viable, tal vez uno que puedes encontrar en la aplicación YouVersion o https://www.bible.com/es/reading-plans.
- Todos los días oraré con mi cónyuge y mi familia. Los líderes de la iglesia que oran de verdad, comienzan orando con los que más importan: su familia.
- Memorizaré al menos un versículo de las Escrituras cada dos semanas. Memorice la Palabra y tenga lista la espada del Espíritu (Efesios 6:17) cuando el enemigo busque desanimarlo y derrotarlo.
- Caminaré en santidad. Seamos honestos: incluso los líderes luchan con el pecado. Sin embargo, los líderes espirituales más fuertes sacan el pecado de la oscuridad mediante la confesión, se apartan de él y siguen a Cristo.
- Me cuidaré físicamente. Cuidar del único cuerpo que Dios nos ha dado no sólo es sabio, sino que también es espiritualmente necesario. No somos un buen testigo cuando estamos fuera de forma.
- Hablaré de Dios a alguien todos los días. La mayoría de nosotros seremos mejores testigos de Dios si hablamos de Él con más frecuencia a cualquiera, incluso a otros creyentes.
- Buscaré oportunidades para compartir mi fe semanalmente. Lidera tu iglesia intencionalmente compartiendo el evangelio al menos una vez a la semana. Ora y presta atención a las oportunidades que Dios te dé, y no pases por alto las puertas abiertas (Col. 4:2-4).
- Discipularé personalmente por lo menos a cuatro creyentes este año. Comprométete este año a ser mentor de al menos cuatro creyentes, tal vez trabajando con dos durante seis meses a la vez.
- Aumentaré mi compromiso con las misiones globales este año. Podrías dar más, orar más, enviar más o viajar más, pero planea hacer algo más este año de lo que hiciste el año pasado.
- Si tengo la capacidad física, haré al menos un viaje misionero este año. Alguien, en algún lugar alrededor del mundo necesita escuchar tu testimonio. En la medida que lo permita el COVID, planifica ir.
- Escucharé cuando los demás me digan que estoy demasiado ocupado. Cuando permitimos que el ministerio nos controle, nos queda poco para dar a quienes más nos aman y, en última instancia, no nos queda nada para dar al mundo.
- Me haré responsable ante alguien por estos compromisos. En muchos sentidos, el trabajo este año consistirá en hacer bien las cosas viejas, y comprometerse tan profundamente con ellas que te obligues a rendir cuentas.
¡Que el 2022 sea para ti un año que honre al Señor más que nunca!
Usado con permiso de Chuck Lawless
