En el blog anterior “Protejan la enseñanza”, consideramos la importancia de una enseñanza bíblica de calidad particularmente en la reunión principal de enseñanza en la iglesia, al igual que algunos obstáculos al uso efectivo de este tiempo, los problemas que los ancianos siempre deben vigilar. En este blog, queremos sugerir algunos de los factores que pueden generar un ministerio de enseñanza bíblica que realmente edifique a la congregación.
La edificación
En primer lugar, debemos entender la palabra “edificar”. Está vinculada con la idea de un edificio que se construye. Viendo que un edificio progresa al ser levantado, la expresión también se aplica a las personas, como cuando, el buen ministerio edifica a la asamblea local. El viejo dicho es cierto: “La Palabra de Dios edifica a la iglesia”.Pero viendo que la iglesia es realmente una colección de individuos, ésta se edifica cuando los individuos en ella son edificados. El que desee estudiar esto más a fondo debe estudiar el libro de Efesios, especialmente el capítulo 4, donde Pablo vincula la obra de siervos dotados con a) el perfeccionamiento de los santos para la obra del ministerio, en el versículo 12, b) el crecimiento en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, en el versículo 15, y c) en crecimiento para ir edificándose en amor, en el versículo 16.
Dieta espiritual
Antes de considerar algunas cosas que estimulan un ministerio de edificación, pensemos brevemente en el mecanismo por el cual una dieta espiritualmente saludable produce crecimiento en el creyente. En realidad, al hacer referencia al cristiano como un “creyente”, ¡descubrimos la respuesta! En Colosenses 2: 6 leemos, “Por tanto, de la manera que recibisteis a Cristo Jesús el Señor, así andad en Él”, ¿Cómo recibimos al Señor en primer lugar? Por fe en Aquel que nos fue revelado en el mensaje del Evangelio. Sólo al entender el mensaje pudimos tener una fe objetiva. De igual modo, el resto de la verdad debe presentarse a los creyentes de tal manera que puedan entender y creer, no meramente con el intelecto, sino con una transformación de la mente que cambia la vida. La primera clave es entonces, el entendimiento. El mensaje debe ser verídico y claro, para que el Espíritu Santo lo use. La segunda clave es creer, es decir, recibir aquello que fue develado.Además, al pensar en los que nos explican el mensaje de Dios, debemos describir tal ministerio, no en términos de ley, como en reglas y mandamientos, sino de gracia, sabiendo que Dios puede usar cualquier esfuerzo honesto. Pero viendo que la naturaleza y la Biblia nos enseñan que hay un vínculo claro entre sembrar y cosechar, debemos recibir lo que dice Pablo en 1 Cor. 14: 12 como un lema para esta materia: “procurad abundar en ellos [dones espirituales] para la edificación de la iglesia”. Las siguientes son algunas áreas donde se debe buscar la excelencia.
Sugerencias para los que asignan predicadores
Lo ideal es que los ancianos alimenten personalmente a su propio rebaño. Pero es probable que sea oportuno contar con la ayuda de otros para sobrellevar la carga de la enseñanza. Se trata, entonces de buscar predicadores que den enseñanza que sea fiel y relevante, fiel al texto bíblico, y relevante a las necesidades del pueblo. No será de mucha ayuda si la doctrina es sólida, pero la aplicación no es tan buena. También, debe existir un buen balance entre estudios sobre un tema, y la exposición consecutiva de la Palabra. A algunos les resultara difícil presentar un pasaje versículo por versículo. Con el transcurso del tiempo, deberá tratarse de proveer un ministerio que abarque “todo el consejo de Dios” y no sólo los temas populares. Los cristianos debemos anhelar algún conocimiento sobre cada libro de la Biblia. Los pastores sabios conocerán las necesidades del rebaño, y se preocuparán más por dichas necesidades que por los deseos que manifieste el rebaño. Los ancianos y maestros deberán tomarse el tiempo de trabajar en predicar y enseñar (1 Tim. 5: 17) Los ancianos deben pensar más en términos de “¿quiénes pueden enseñar y exhortarnos en esta área de necesidad?” antes que: “¿Quién tiene esta fecha disponible?”
Sugerencias sobre predicadores locales, aparte de los ancianos
Cada congregación debe capacitar a sus propios hombres. Los dones espirituales deben ser descubiertos y desarrollados. Consideren pedir a predicadores jóvenes que compartan un corto mensaje con un grupo pequeño. O que graben un mensaje para que los ancianos lo escuchen. Hay muchas maneras de practicar y no hay sustituto para eso. Además, los ancianos deben considerar cuidadosamente las implicaciones de Efesios 4: 11, 12. ¿Los evangelistas, maestros y pastores realmente están equipando a los santos?A menudo, los hombres que cuentan con estos valiosos dones vienen y se van, y los santos no son perfeccionados para pastorear a otros, enseñar la Palabra, o testificar a los perdidos.
Sugerencias a los oyentes
Dado que un buen entendimiento es crucial, los que escuchan la Palabra deben tener algún tiempo durante la semana para hacer preguntas sobre lo que han oído. Este es un beneficio significativo de aquellos grupos pequeños que se congregan en las casas. Una iglesia que conozco, cada domingo tiene un almuerzo para todos los que pueden quedarse para que el predicador pueda conocer mejor a la gente y dialogar con ellos.Con respecto a predicadores jóvenes, los ancianos deben animar a la congregación a recibir la enseñanza de hombres jóvenes. Si siempre se trae a predicadores eminentes, ¿cómo se podrá preparar a los jóvenes?
Animen también a los hermanos a traer sus propias Biblias. Las Biblias de la iglesia o el excesivo uso de proyecciones con versículos, puede inadvertidamente fomentar la pereza. Tampoco se envuelvan en cuestiones en torno a qué versión de la Biblia usar.
Etorno
Convendrá que los ancianos piensen en facilitar el mejor ambiente para la Palabra ¿Son adecuados el orden de los asientos y la iluminación? Si se usa un sistema de amplificación de sonido, ¿es este fácil de usar y provee un sonido claro? ¿Han orado algunos hermanos con el predicador antes del mensaje? ¿Cada punto de la reunión tiene la intención de acentuar el mensaje, entendiendo que es la misma Palabra de Dios? ¿Los mensajes son consistentes con las metas expuestas en la Biblia y valoradas por los ancianos para la salud y crecimiento del rebaño?
Sugerencias para los predicadores
Cada predicador debe tratar de hacer lo mejor posible para la edificación de la iglesia. El predicador no está allí para entretener, sino para ser un portavoz de la verdad a los corazones hambrientos. Procure ser honesto y sincero. La comida nutritiva debe ser Cristo céntrica y glorificar al Señor. Puede traer convicción de pecado, pero una enseñanza negativa y crítica no traerá refrigerio a los corazones. No imponga al texto algo que no dice. El púlpito no es un lugar para ventilar molestias personales. Animo a los predicadores jóvenes a obtener una grabación de sus mensajes y escucharlos. Esto puede darles ideas sobre cómo mejorar. Un sencillo bosquejo de puntos principales y secundarios puede ayudar a dar orden al mensaje. ¡También deben resistirse a la tentación de dividir a la audiencia entre “salvos” y “perdidos”! Sólo Dios conoce los corazones. ¡La Palabra de Dios tiene poder para suplir cada necesidad presente! El Espíritu Santo puede obrar poderosamente por medio de la verdad, aun cuando desconocemos los pensamientos e intenciones del corazón.
Conclusión
Una asamblea donde los ancianos toman en serio la predicación y la enseñanza de la Palabra es muy bendecida. Esta buena obra también incluirá el autoanálisis cuando existan problemas.Regresando a la analogía del edificio, si los carpinteros tienen buena comunión y disfrutan de sus herramientas, pero el edificio no se levanta, algo está mal. Dios dará sabiduría si nos hace falta y la pedimos. Es un gran privilegio el “apacentar la iglesia del Señor, la cual él compró con su propia sangre” Hechos 20: 28.
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