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Etiqueta en visitas de hospital

Como pastores del rebaño de Dios, seguimos el ejemplo de Cristo mismo: “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen” (Juan 10: 14) Debemos “conocer” a las personas que integran nuestra asamblea.

La visitación da a los ancianos la oportunidad de demostrar que se interesan y que se preocupan, que cada persona en el cuerpo local de Cristo es valiosa. Uno de los tipos de visitas más comunes es la visita al hospital. Con una cuidadosa consideración y algunos consejos, esto puede convertirse en un ministerio eficaz para pastorear el rebaño de Dios.

Cuándo visitar

  • Visita durante el horario de visita, a menos que el personal de enfermería y el paciente den permiso para hacerlo en otro horario.
  • Visita por las tardes y noches. Las mañanas suelen estar ocupadas con el desayuno, aseo personal, exámenes, terapias, etc.
  • Respeta todas las solicitudes de NO recibir visitas, a menos que el paciente o algún miembro de la familia otorguen permiso específico.
  • Puede ser útil avisarle al paciente que vas a ir, o pedirle permiso a un pariente cercano para hacer la visita (a algunos pacientes no les gusta verse mal).
  • Los jueves, viernes y sábados son días más solitarios para el paciente: no recibe tantas visitas. Así que, si es posible, visita en esos días.

Consejos de etiqueta

  • Ubícate en un lugar donde el paciente pueda verte fácilmente. Acércate lo suficiente para que sea más fácil hablar y escuchar.
  • Sé alegre, optimista.
  • Pregunta cuántas visitas ha recibido ese día. Si eres el número 18 ¡quédate sólo dos minutos como máximo!
  • Haz que la visita sea breve a menos que te inviten a quedarte más tiempo; 10 a 15 minutos pueden ser suficientes. Las visitas largas pueden ser agotadoras para alguien que está enfermo.
  • Habla sobre novedades, o eventos que estén sucediendo en la asamblea.
  • Está preparado para prestar cualquier servicio que respete las normas de decoro y del hospital (por ejemplo, escribir una carta, hacer una llamada).

Qué no hacer

  • No te sientes en la cama ni hagas nada que pueda molestar o perturbar al paciente.
  • No menciones tus problemas ni dificultades. No seas negativo (sobre la apariencia del paciente, el personal de enfermería, etc.).
  • Nunca violes la confidencialidad. Si su condición es delicada o es algo que avergüenza a la persona enferma, pregúntale qué tan específico debes ser al compartir esta petición de oración con otros.
  • Algunos expertos médicos creen que los pacientes en coma a veces pueden oír lo que se dice, así no puedan comunicarse. Ten cuidado con lo que dices. Aún así puedes hablar, leer y orar en voz alta por el paciente.

Las Escrituras

  • Pregunta si alguien ha leído las Escrituras u orado con él/ella hoy.
  • Selecciona un pasaje apropiado con antelación o lee uno que solicite el paciente. Sé breve y resiste la tentación de predicar.

Oración

  • Al orar, puedes mostrar calidez y consuelo al sostener la mano del paciente o “imponer las manos sobre él”. Sin embargo, ten cuidado al hacer esto para que el contacto no sea inapropiado.
  • Ora por la fortaleza, ánimo y optimismo de parte de Dios.
  • Si Dios te ha dado una fuerte carga o sentido de fe, ora por sanidad. Ten cuidado de “reclamar” sanidad de Dios, ya que no tenemos tal “autoridad” sobre Dios, pero sí tenemos un Dios que escucha las oraciones y quizás le plazca sanar.
  • Mientras ores por el paciente, también puedes orar por los demás pacientes en la habitación. A menudo te escucharán y te agradecerán después, lo cual puede generar más oportunidades para que seas usado por Dios.

Las visitas al hospital pueden ser una forma eficaz de “conocer” a las personas que Dios ha confiado bajo tu cuidado.

1 Comment

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