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Mantengamos fiel la iglesia – Parte 4

por Jack Spender

Habiendo completado dos de los cuatro temas que estamos considerando, el liderazgo en la iglesia y el sacerdocio de todos los creyentes, pasamos ahora a nuestro tercer tema, la naturaleza de la iglesia. Este es un punto importante porque las iglesias locales deben ser un reflejo de la iglesia global, y de acuerdo con el enfoque de esta serie, debemos estar seguros de que estamos sosteniendo y defendiendo las verdades bíblicas, y no nuestras tradiciones.

El diccionario define la “naturaleza” de algo como las cualidades fundamentales que en conjunto definen su identidad. Nótese que, al hablar de la naturaleza de una cosa, pensamos más en lo que es, y no en aquello que realiza, aunque podemos conocer algo de su naturaleza al observar sus frutos (Mateo 7:20).

Cualidades fundamentales

En lugar de una lista, construyamos una declaración de algunas cualidades fundamentales de la iglesia, y luego comentemos sus diversas partes. Nuestro estudio no será impecable ni autoritario, pero esperamos que nos ayude a comprender lo que es realmente importante acerca de la iglesia, y así diseñar y evaluar correctamente las actividades y funciones de la iglesia a nivel local. Para ser saludable, una asamblea local debe someterse a Cristo y reflejar la naturaleza de la iglesia global. No puede simplemente “hacer lo suyo”.

Podemos decir que: la iglesia es un organismo vivo, vinculado a Cristo, la Cabeza, que, facultado por el Espíritu de vida, vincula a los creyentes entre sí, obrando para hacerlos santos y fructíferos, apartados del pecado y del mundo. No como robots, sino respondiendo con gratitud en adoración, alabanza y acción de gracias, no pasivos, sino teniendo un orden que los guíe en el servicio, y una misión que cumplir mientras esperan el regreso del Señor. Es una lista bastante larga, pero avanzaremos en ello.

Estudiar el árbol observando el fruto

Los estudiantes del libro de los Hechos se dan cuenta de la verdad de 2 Timoteo 3:16 “Toda la Escritura es… útil para enseñar”. ¡Hechos no es un simple libro de historia! Fue dado para informar como para guiar. Por supuesto, debemos ser cuidadosos de interpretar correctamente la Palabra de la verdad, buscando los principios subyacentes donde no se dan mandatos expresos.

Un ejemplo de todos los tiempos es la muy querida declaración de Hechos 2:42. “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones“. Una lectura superficial podría sugerir que esto es simplemente una breve lista de cómo los primeros creyentes usaban su tiempo. Pero una reflexión más profunda indica que estas cosas se hacían “con determinación” porque expresaban la naturaleza de la iglesia. Eran su práctica habitual o fruto.

Para decirlo de otra manera, podemos aprender sobre lo que era importante para los primeros cristianos al ver cómo se conducían. Y, por supuesto, estas cosas serían una respuesta a las Escrituras, a las palabras de Cristo y a la guía del Espíritu Santo. Así, sus acciones pueden ser un recurso valioso para entender la naturaleza de la iglesia.

Pensando en Hechos 2:42, miremos nuevamente nuestra larga frase anterior, notando que las cuatro partes encuentran su expresión. La Cabeza, como autoridad suprema, habla a Su pueblo. El Espíritu crea una relación viva entre ellos. Al recordarlo, responden en acción de gracias y buscan su ayuda para salir a servir y dar fruto. Estas son las cualidades fundamentales que presentan la identidad de la iglesia, no exhaustivamente, pero útiles para describir “el panorama general”.

Mantener y defender la verdad

Si las observaciones anteriores sobre la naturaleza de la iglesia son válidas, nuestra siguiente pregunta sería: ¿Cómo se puede capacitar y animar a los ancianos para que sus reuniones, programas y normas a nivel local no desacrediten, sino que defiendan estas grandes verdades? Los lectores habituales de este blog sabrán que nuestro objetivo es apoyar a los ancianos mientras lideran la iglesia, respetando siempre la autonomía como la interdependencia. Esto requiere información basada en la Biblia que puede estimular o confrontar, pero nunca controlar. ¿Cómo podemos hacerlo en este caso?

Al examinar los subpuntos de nuestra frase descriptiva, puede ser útil proporcionar algunas preguntas junto con comentarios aclaratorios que los ancianos pueden utilizar entre ellos o con los creyentes de sus propias asambleas. La fuerza de este enfoque es la pluralidad; escuchar los pasajes de las Escrituras, los testimonios y las perspectivas de unos y otros. Si se hace bien, esto puede fortalecer la comunión.

Una debilidad es que somos reacios a tomar una posición firme en asuntos que algunos consideran “obvios”. Evidentemente, los estudios sobre cada uno de estos temas podrían extenderse, usando diversos pasajes de las Escrituras y valiosas citas de pensadores talentosos. Pero esa no es la intención de la presente serie. Además, siempre agradecemos las solicitudes de los lectores para que cualquiera de los subpuntos mencionados brevemente se aborde con mayor profundidad en futuros artículos. Así que vamos a enumerar algunas preguntas que podrían ser útiles para los ancianos que buscan tener un corazón y una mente abiertos, pero que a su vez protejan de las tendencias actuales de “alejarse” de las doctrinas saludables sobre la iglesia (Hebreos 2:1).

Preguntas a considerar

La iglesia como organismo vivo vinculado a Cristo, la Cabeza

¿Reciben los santos una enseñanza clara sobre la jefatura de Cristo y lo que esto implica, incluyendo los diferentes roles para hombres y mujeres?

¿El tiempo habitual para la enseñanza bíblica está a cargo de los ancianos y/o de hombres dotados y bien preparados, que proveen tanto de leche para bebés, como alimento solido para los creyentes maduros?

¿Se procura presentar todo el consejo de Dios, incluyendo el ministerio del Antiguo como del Nuevo Testamento, exponiendo todas las principales doctrinas bíblicas?

¿Los ancianos vigilan la alimentación del rebaño, asegurándose de que los anuncios y los diversos puntos (¡incluso la música!) no “absorban” el tiempo de la enseñanza bíblica?

¿Están los ancianos atentos y dispuestos a confrontar a quienes socavan la fe de los creyentes mediante falsas enseñanzas, tanto en público como en privado? (Tito 1:10-11)

La iglesia capacitada por el Espíritu de vida en pos de la unidad, la santidad y el crecimiento.

¿Se enseña claramente que la comunión es tanto vertical como horizontal? (1 Juan 3:17).

¿Se enseña con claridad que la comunión no se limita a los momentos sociales, sino que implica la colaboración y las relaciones sanas?

¿Cómo podemos evitar que el orden y la estructura de la iglesia local (aunque necesaria) se endurezca como el concreto y pierda así la flexibilidad y las libertades de la vida normal del cuerpo?

¿Los santos, están resolviendo los conflictos personales utilizando los principios de Mateo 5 y 18?

¿Existen oportunidades informales, como grupos pequeños en hogares, donde los creyentes pueden hacer preguntas, compartir ideas, cuidarse unos a otros y aprender a orar, etc.?

¿Hay oportunidades para el ejercicio de los dones espirituales válidos?

¿Los ancianos visitan a los santos en sus casas y hablan de asuntos de unidad, santidad y crecimiento?

¿Existe una política de recepción que explique los privilegios y responsabilidades de la comunión?

La iglesia recuerda y responde en adoración

¿Existe una enseñanza clara sobre la adoración y la alabanza como respuesta haciendo memoria del Señor?

¿Son estas respuestas el desborde de corazones agradecidos o repeticiones aburridas y sin vida?

¿Los ancianos explican con frecuencia por qué nos reunimos como lo hacemos? (Por ejemplo, semanalmente; enfatizando a Cristo en medio nuestro; por qué hacemos nuestra adoración de esa manera, la sensibilidad a la dirección del Espíritu Santo, por qué las hermanas guardan silencio en la asamblea reunida, etc.)

¿Se fomentan las cuestiones de simple cortesía, tales como llegar a tiempo, ponerse de pie al hablar, al dirigir, abstenerse de efectuar enseñanzas largas, etc.?

¿Se enseña a los creyentes a apreciar la música Cristo-céntrica en contraste con la mentalidad “centrada en mí” proveniente del mundo?

¿Sería útil tener un breve tiempo de participación libre para el ministerio o la exhortación?

La iglesia, agradecida y dependiente, que busca la ayuda del Señor en el servicio y la misión

¿Tiene la oración un lugar vital en la asamblea?

¿Existe un buen equilibrio entre las peticiones y las acciones de gracias por las respuestas recibidas?

¿Hay un buen equilibrio entre las peticiones personales y las solicitudes para las obras y los obreros de la asamblea?

¿Oran los santos por el crecimiento espiritual (oraciones de Efesios 1 y 3) así como por las necesidades temporales?

¿Existen oportunidades (como los grupos de comunión en hogares) donde los creyentes jóvenes pueden aprender a compartir peticiones y orar?

¿La iglesia está equipando a los santos para servir dentro de la asamblea como para la misión a los perdidos, y apoyando a los siervos y misioneros en la oración?

En conclusión, vemos que lo que creemos acerca de la naturaleza de la iglesia, expresada, no en nuestras tradiciones sino en los principios fundamentales de su identidad, guiará nuestra configuración de reuniones, horarios, programas y mucho más. Al hacer todo esto en el temor del Señor, recordamos que, según Efesios 3:10, Dios está mostrando Su sabiduría “por medio de la iglesia”, ¡a seres celestiales invisibles!

 


Adaptado de APA

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